“Servicios que se hicieron masivos y te dieron la posibilidad de comunicarte de forma casi gratuita y que hace años no existían, ahora te piden que les pagues el favor.”

Desde que empezó a llegar al WhatsApp un mensaje donde se especificaba que se realizarían algunos cambios en su política de privacidad y tratamiento de datos, -los cuales iban ligados a una nueva funcionalidad que va conecta a otro servicio de la marca Zuckerberg y es Facebook-, algunos tomaron la noticia con algo de humor, como diciendo; “Ni mi novi@ se habría preocupado tanto en explicarme las cosas”, otros tomaron el anuncio con indiferencia, mientras que los más preocupados, decidieron migrar a otros servicios de mensajería, como es el caso de Telegram, que aumento 25 millones de usuarios en tan solo 3 días. ¿Por qué ha sido esta la reacción?, ¿Cuál es la principal preocupación que se generó a partir de lo anunciado por WhatsApp?: La respuesta el temor ante la inminente invasión a nuestra privacidad, por lo que lógicamente, los usuarios busca la forma de protegerla cambiando a un servicio que no los haga sentir vulnerables. Pero adivinen qué? Esa privacidad que tanto atesoramos e intentamos proteger hoy, ya la habíamos perdido hace tiempo con todos los servicios masivos que utilizamos diariamente.

En el 2018 entró en vigencia la ley GDPR(General Data Protection Regulation), pues hace unos años no había una legislación específica para las políticas de tratamiento de datos en ningún país europeo o a nivel mundial, ahora es obligatorio que los usuarios estén enterados sobre qué van a hacer con sus datos recolectados, hasta cuándo los tendrás, procedimientos para darse de baja, dónde se resguarda el compromiso de no usarlos con fines diferentes a los señalados, también le ofrecen derechos de portación de estos datos y accesibilidad, En general, la GDPR es una ley que les da más privilegios a los usuarios que a las corporaciones, sin embargo no se puede hacer nada una vez que el usuario acepta o autoriza ceder sus derechos sobre su información.

Te has preguntado alguna vez ¿por qué cuando empiezas a investigar o a hablar de algo, te llegan sugerencias del tema a tu móvil?, o ¿Por qué cuando estás cerca de algunas personas, te llegan sugerencias de amistad a tu Facebook? o de repente, te piden calificar automáticamente en Google Maps algún sitio o restaurante al que has ido. Esto se debe a que los servicios que consumimos en la actualidad, que por su uso práctico, nos han hecho bastante dependientes, ya que si bien nos brindan lo que deseamos con eficiencia, para retribuirse el favor, se quedan con tus datos personales y de consumo, que dicen recolectar de forma anónima. Como resultado, pareciera, que estos servicios saben más de ti que tú mismo, pues recolectan tu información privada para darte una mejor experiencia de usuario, ya sea contextualizada geográficamente, en compras, brindando información y sugerencias de contenido para entretenimiento, motivación o aprendizaje, entre otros. Por otra parte, permiten llegar a un público mayor al que llegaríamos físicamente y nos dan mejores posibilidades de acceso pagando por pautar con ellos. Ese es precisamente el motivo por el cual te quedas enganchado tanto tiempo en redes sociales como Instagram o Tik Tok, entre otras, y es porque gracias al diseño de sus algoritmos de inteligencia artificial, determinan lo que identifican -de acuerdo a tus gustos – podrían interesarte o ser útil para ti. El precio que hemos venimos pagando por esto ha sido entregar nuestra información, nuestros datos, comprometiendo de esta manera nuestra anhelada privacidad.

“Hay que analizar y preguntarse qué obtienen empresas como WhatsApp a cambio de brindarnos estos servicios.”

Te has preguntado alguna vez, ¿qué recibe a cambio la empresa de mensajería más usada en más de 180 países en el mundo: WhatsApp, por permitirnos contactarnos a diario, ya sea para realizar negocios, por asuntos laborales o personales, por la cual es posible incluso vender productos por este servicio, pues su nivel de practicidad es tanto que hasta los proveedores de telefonía lo incluyen de forma ilimitada en sus paquetes de conectividad?: Obtener una base de datos que contiene datos de más de 2000 millones usuarios en el mundo, lo que se constituye en una fuente de información comercializable nada despreciable, como la geolocalización de un usuario, su número de teléfono, tiempos y horarios de uso, entre otros múltiples aspectos. Ahora bien, si para la mayoría fuese más importante la privacidad, poco a poco se empezaría a vender paquetes para Telegram, por ejemplo, pues un usuario tardará en notar que su privacidad está siendo violada de forma directa.

El otro lado de la moneda en cuanto a este tema lo presentan las alternativas de plataformas que cuidan tu seguridad personal y te lo hacen saber de forma abierta, inclusive siendo plataforma de software libre, lo cual permite que todo lo que se hace internamente en el programa o App se pueda conocer, asi hay algunas comunidades que se encargan estrictamente de garantizar que lo que se dice privado se quede así.

Desde otra perspectiva podría sugerir algunos cambios en los servicios que utilizas a diario, siempre y cuando para ti sea más importante la privacidad que la practicidad, este último aspecto hace que los usuarios aun siendo conscientes de la situación, a pesar de todo se inclinen por continuar utilizando los servicios de las empresas que recopilan sus datos.